sábado, 29 de noviembre de 2014

Nuestros hijos y el dinero (Parte 5)

En la parte anterior de esta nota nos enfocamos en los conceptos a transmitir en la pubertad de nuestros hijos, aproximadamente de 11 a 13 años. Continuamos aquí con los conceptos a transmitir en la adolescencia, etapa que abarca aproximadamente desde los 14 a los 18 años.

jueves, 30 de octubre de 2014

Nuestros hijos y el dinero (Parte 4)

En la parte anterior de esta nota nos enfocamos en los conceptos a transmitir en la infancia de nuestros hijos, aproximadamente de 6 a 10 años. Continuamos aquí con los conceptos a transmitir en la pubertad, etapa que abarca aproximadamente desde los 11 a los 13 años.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Nuestros hijos y el dinero (Parte 3)

En la parte anterior de esta nota nos enfocamos en los conceptos a transmitir en los primeros años de vida de nuestros hijos, aproximadamente de 3 a 5 años. Continuamos aquí con los conceptos a transmitir en la infancia, etapa que abarca aproximadamente desde los 6 a los 10 años. 

Si bien los temas incrementan su complejidad a medida que nuestros hijos crecen, es importante notar que en cada etapa los temas se SUMAN y no reemplazan. Los temas anteriores SIEMPRE deben repetirse y recordarse, ya que es la única manera que se incorporen como hábitos.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Nuestros hijos y el dinero (Parte 2)

En la primera parte de esta nota nos enfocamos en las razones por las cuales es conveniente enseñarles a nuestros hijos a manejar el dinero (es uno de los elementos que influirán en su felicidad), cuáles son las diferentes posiciones que las familias adoptan sobre el tema (no hablar, hablar mal o hablar bien) y desde qué edad debiéramos conversar el tema con ellos (desde sus primeros pasos).

Aclarados estos puntos previos, vamos al meollo de la cuestión, ¿Qué debemos enseñar a nuestros hijos sobre el dinero?

sábado, 26 de julio de 2014

Nuestros hijos y el dinero (Parte 1)

Nuestros hijos reciben su educación en el hogar (de su familia), en la escuela (de sus docentes) y en la calle (de sus amigos) en una mezcla con distintas proporciones. La escuela no les provee conocimientos sobre cómo ganar y administrar dinero, por lo que ellos dependen de nuestra orientación para adquirir conocimientos y hábitos adecuados respecto al manejo de sus finanzas personales. 

Papá, comprame…” es una frase que todo padre escucha con frecuencia. Y la respuesta que le demos generará hábitos de consumo y ahorro que pueden acompañarlos toda la vida, y que tendrán una influencia relevante en su felicidad. Entonces, ¿qué debemos enseñar a nuestros hijos sobre el dinero? 

lunes, 30 de junio de 2014

Cambios en la escuela

La escuela como la conocemos hoy ha sido diseñada en siglo XVIII bajo los conceptos de la economía industrial, con el objetivo de proveer un cuerpo de conocimientos básicos y de reglas de conducta uniformes a la mayor cantidad de gente al menor costo posible. Esta organización fue excelente para proveer una alfabetización básica a la mayoría de la población y preparar trabajadores que pudieran seguir instrucciones dentro de procesos bien definidos.

Con el advenimiento de la economía de la información, la mayor generación de riqueza ya no proviene de la elaboración de bienes tangibles producidos por operarios industriales, sino de la generación de conocimiento y prestación de servicios de alto valor agregado (intangibles) producidos por profesionales con alta especialización. Esta nueva economía requiere una educación mucho más profunda y especializada, donde es esencial educar personas con flexibilidad, capacidad de diferenciarse, trabajar en equipo, y seleccionar y procesar información cambiante y a menudo contradictoria.

Sin embargo, los contenidos, tecnologías, métodos e incentivos del sistema educativo de la época industrial se mantienen hoy con muy pocos cambios. Mientras los alumnos viven en un mundo con múltiples pantallas (televisor, computadora, tablet, celular) y conexión continua a información instantánea,  la escuela pretende seguir educándolos con tiza y pizarrón y evaluándolos en base a su memoria. Claramente la escuela necesita cambiar, pero… ¿qué cambios necesita la escuela?

sábado, 31 de mayo de 2014

Programar a nuestros hijos para el éxito

Nuestros hijos no son computadoras. Pero su cerebro (y el nuestro) adopta modos de pensar recurrentes que generalmente producen resultados muy parecidos entre sí. Si logramos que incorporen modos de pensar que generen ciertos resultados en particular podremos incrementar sus chances de éxito en la vida, como sea que lo entendamos: riqueza material, tiempo libre, prestigio académico, reconocimiento social, conquistas deportivas, etc.

viernes, 18 de abril de 2014

Honestidad intelectual

El pasado 24 de marzo se cumplieron 38 años del golpe de estado que instaló el gobierno militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. Una ley dictada en 2006 declaró feriado a este día para conmemorar el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia en recuerdo de las muertes civiles producidas durante este gobierno militar.

En línea con esta conmemoración, en la escuela de nuestros hijos pidieron que cada alumno converse el tema con sus padres y lleve una presentación para entregar en clase. A nadie escapa que el tema es controvertido. ¿Qué contarles? ¿La historia oficial que los mantendrá fuera de problemas? ¿O utilizar la conversación como otra oportunidad para enseñarles a pensar?

lunes, 3 de marzo de 2014

Revisión de calificaciones (Parte 3)

Un derecho que no se conoce o no se defiende, es un derecho que no se tiene.

En las notas anteriores planteamos el contexto en el cual se desarrollan las relaciones entre los diversos actores del proceso educativo: Estado, establecimiento educativo, docentes, padres y alumnos, así como las pautas aplicables a las evaluaciones y calificaciones. Estar informado permite entender cuáles son los derechos del estudiante y hasta donde puede exigirse una determinada conducta del establecimiento o docente. En esta tercera y última parte de la nota nos enfocamos en las posibles vías de defensa en caso de calificaciones que consideremos arbitrarias.

sábado, 15 de febrero de 2014

Revisión de calificaciones (Parte 2)

Un derecho que no se conoce o no se defiende, es un derecho que no se tiene.
 
En la nota anterior planteamos el contexto en el cual se desarrollan las relaciones entre el establecimiento educativo, docentes y padres. Esta segunda parte de la nota se enfoca en las relaciones del establecimiento y los docentes con los alumnos y las pautas para las evaluaciones.

jueves, 30 de enero de 2014

Revisión de calificaciones (Parte 1)

Un derecho que no se conoce o no se defiende, es un derecho que no se tiene.
 
Uno de nuestros hijos se encuentra cursando el nivel secundario en un colegio privado en la Provincia de Buenos Aires. En este último año aprobó todas las materias, pero muchos de sus compañeros no. Algunos de estos compañeros aprobaron materias en las evaluaciones de Diciembre y otros volverán a intentar en Febrero. Por comentarios generales que hemos recibido, la mayoría de los exámenes reprobados lo fueron con justicia. Sin embargo, no en todos los casos fue así.
 
Por tomar un ejemplo: los padres de uno de los alumnos reprobados pidieron ver la evaluación escrita de una de las materias y encontraron que la calificación tenía un “ajuste” de tres puntos para abajo, de modo que un 60% de respuestas correctas, que hubiera merecido un 6 (aprobado), se transformó en un 3 (reprobado).
 
Cuando solicitaron explicación, el docente mencionó que, atento que el Régimen Académico establece que durante el año la materia se aprueba con 7 y en los exámenes de Diciembre se aprueba con 4, la institución decidió establecer el “ajuste” para mantener un equilibrio con la exigencia requerida durante el año lectivo.
 
Este criterio desconoce que un examen final sobre todos los contenidos desarrollados durante el ciclo lectivo necesariamente contiene mayor nivel de exigencia para el alumno que las varias evaluaciones parciales tomadas a lo largo del año, circunstancia que el Régimen Académico tomó en cuenta para reducir la calificación necesaria para aprobar la materia. Al aplicar este “ajuste” a la calificación y con ello reprobar la materia, en el caso del ejemplo la institución educativa violó el Régimen Académico, el contrato de servicios educativos y los derechos del alumno. Pero, ¿qué podemos hacer?