lunes, 30 de junio de 2014

Cambios en la escuela

La escuela como la conocemos hoy ha sido diseñada en siglo XVIII bajo los conceptos de la economía industrial, con el objetivo de proveer un cuerpo de conocimientos básicos y de reglas de conducta uniformes a la mayor cantidad de gente al menor costo posible. Esta organización fue excelente para proveer una alfabetización básica a la mayoría de la población y preparar trabajadores que pudieran seguir instrucciones dentro de procesos bien definidos.

Con el advenimiento de la economía de la información, la mayor generación de riqueza ya no proviene de la elaboración de bienes tangibles producidos por operarios industriales, sino de la generación de conocimiento y prestación de servicios de alto valor agregado (intangibles) producidos por profesionales con alta especialización. Esta nueva economía requiere una educación mucho más profunda y especializada, donde es esencial educar personas con flexibilidad, capacidad de diferenciarse, trabajar en equipo, y seleccionar y procesar información cambiante y a menudo contradictoria.

Sin embargo, los contenidos, tecnologías, métodos e incentivos del sistema educativo de la época industrial se mantienen hoy con muy pocos cambios. Mientras los alumnos viven en un mundo con múltiples pantallas (televisor, computadora, tablet, celular) y conexión continua a información instantánea,  la escuela pretende seguir educándolos con tiza y pizarrón y evaluándolos en base a su memoria. Claramente la escuela necesita cambiar, pero… ¿qué cambios necesita la escuela?